Bodega Can Axartell
Can Axartell (www.canaxartell.com) es una finca vinícola en el noreste de Mallorca, no lejos del pueblo y puerto de Pollença. Es una de las fincas más progresistas de la isla, pero cuenta con siglos de tradición. Cuando Hans peter Schwarzkopf y su familia de Hamburgo visitaron el lugar por primera vez, descubrieron un complejo centenario de edificios bien pensados que, lamentablemente, en gran parte estaban en ruinas. Decidió reformarla y construyó Can Axartell paso a paso hasta convertirlo en lo que es hoy: una bodega como ninguna otra en Mallorca que se integra armoniosamente en el paisaje, las tradiciones y la cultura de la isla. En 1999, cuando aún se estaban plantando los primeros viñedos, los propietarios ya habían solicitado la certificación ecológica. El suelo aquí nunca ha sido sometido a tratamientos químicos. Con el tiempo, se han plantado 34 hectáreas de viñedo en la propia finca, a las que se suman 24 hectáreas más en el interior, cerca del pueblo de Villafranca de Bonany. Los viñedos contienen variedades tanto autóctonas como importadas. En la última década ha quedado claro que Mallorca tiene una riqueza inusualmente rica en uvas autóctonas. Las variedades tintas más famosas son Callet y Manto Negro. De hecho, Callet fue el primero que se plantó en Can Axartell. Premsal es la variedad blanca que se cultiva más comúnmente. A medida que los viñedos iban creciendo año tras año, los planes de la bodega también fueron tomando forma. La cuestión decisiva era cómo aplicar en la práctica el Método
Gravetat, un sistema de producción de vino basado en la gravedad que elimina la necesidad de bombeo. El propietario y los expertos idearon un plan para construir la bodega en el lugar de la cantera abandonada de la finca, que durante mucho tiempo había abollado la ladera como si fuera "una fea herida abierta". Como beneficio adicional maravilloso, el montículo original podría llenarse con tierra que poco a poco volvió a su estado natural. El terreno ahora tiene un hermoso color verde y se mezcla armoniosamente con su entorno. La posición y el diseño de la bodega (¡hasta 4 plantas!) garantiza temperaturas frescas entre 16 y 18 C. Esto es positivo tanto para la producción como para el almacenamiento de vinos. El clima también agrada a los trabajadores, que pueden encontrar algo de alivio en el calor mallorquín, que habitualmente supera los 30 y 40 grados en verano. Como ellos mismos dicen: El mejor vino se elabora con respeto: por la naturaleza, su entorno, las tradiciones que de él se derivan y por las generaciones futuras.
Echa un vistazo a los vinos de nuestra colección de este viñedo:
- vino blanco
- vino rosado
- Vino tinto